Al ofrecer acceso tanto a actividades acuáticas como a paisajes de montaña, el hotel potencia la apreciación del mundo natural por parte de los huéspedes, promoviendo una escapada equilibrada y relajante lejos de la vida urbana. El uso de productos locales en su cocina de temporada apoya aún más la economía local y fomenta una fuerte conexión con la comunidad. Además, la instalación de paneles fotovoltaicos, sistemas aerotérmicos para el agua caliente y un cargador para coches eléctricos ha reducido los costes de la empresa y, al mismo tiempo, su huella medioambiental.

Su compromiso de utilizar productos locales no sólo reduce el impacto ambiental asociado al transporte, sino que también promueve la conservación de la cultura y las tradiciones locales. La puesta en marcha por parte del hotel de un proyecto de electrificación basado en energías renovables pone de manifiesto su planteamiento vanguardista de la sostenibilidad. Al invertir en recursos renovables, el hotel reduce su huella de carbono y contribuye a un futuro más limpio y sostenible para la región. Este enfoque holístico beneficia al medio ambiente y demuestra que el lujo y el confort pueden coexistir con el turismo responsable.